lunes, 5 de marzo de 2012

Nota de Tomas Bulat

Luego de un discurso de más de 3 horas, como en todo buen relato, lo más importante llegó en el final. Merced a Mercedes, la presidenta Cristina Fernández anunció ante la Asamblea Legislativa en concreto dos proyectos de ley vinculados a la economía. El primero, la modificación de la carta orgánica del Banco Central (BCRA), permitiéndole prácticamente hacer de todo. Tiene como objetivos preservar la estabilidad financiera, el desarrollo económico con equidad social y... el valor de la moneda.
Supongamos que a usted le piden prestados $ 10.000, dos personas que usted conoce. Tiene que elegir entre José y María. Sabe que María tiene una conducta económica muy ordenada, en los últimos años pagó sus deudas, cambió de auto y mantiene un trabajo estable. Por otro lado está José, que actualmente tiene un buen ingreso, pero cuando miró su pasado, se encontró con que no pagó sus deudas reiteradas veces, y le ha ido bien algunos años pero bastante mal otros.
La pregunta es a quién le prestaría los $ 10.000. Posiblemente le prestaría a María antes que a José porque por su historia y su presente le inspira mayor confianza. Si se portó bien en el pasado, es muy probable que lo siga haciendo en el futuro. Como José necesita la plata, entonces le ofrece dos cosas, pagar una mayor tasa de interés y respaldarse con una garantía. Si no paga, entonces se le puede ejecutar la garantía.
El dinero, ese billete que todos aceptamos y que tenemos en el bolsillo, en un cajón o en el banco, es el crédito que le damos al BCRA. En el balance del Banco Central, el dinero que emite es su pasivo, es la deuda que tiene con todos nosotros.
De hecho, es un excelente negocio. Usted piense que un sueldo de $ 4.000 por mes, es decir lo que cobramos luego de trabajar todos esos días, equivale a 40 billetes de $ 100 y que al BCRA le costó apenas $ 20 emitir/imprimir esos papeles rectangulares.
Entonces la pregunta es ¿por qué aceptamos y nos quedamos con ese dinero?, ¿por qué le damos ese crédito al que emite? Básicamente, porque le tenemos confianza o porque tenemos garantías.
Si no tenemos ninguna de las dos, difícilmente le demos el crédito y eso a nivel individual significa que no queremos tener la plata mucho tiemapo con nosotros, es decir que compramos casas, autos o dólares. No lo queremos tener encima.
La confianza en la moneda se consigue luego de varios años de saber que no pierde su valor, es decir que la inflación es baja y que si yo me quedo con el papelito rectangular un buen tiempo –digamos 1 año– voy a poder comprar más o menos la misma cantidad de cosas.
Pero si la historia del Banco Central es como la de José, le pedimos que nos de garantías y debemos recordar que ese fue el origen de la convertibilidad. Tu plata va a tener una garantía, y esa garantía son las reservas.
Por supuesto que al final lo único que cuenta es la conducta y la confianza. Por más que se pidan muchas garantías, si no hay un buen comportamiento, el desenlace es el no querido.
Con esta modificación legal se eliminarán las garantías que le pedíamos al BCRA. Desde que se apruebe la ley, podrá financiar al Estado nacional o pagar deuda o darle plata a los bancos para que presten. Pero vale la pena saber que merced a Mercedes, estos años los resultados patrimoniales de la entidad que preside no han sido satisfactorios. La emisión y la inflación son más elevadas que las que heredó y las reservas menores que al comienzo de su gestión.
En El hombre araña, el tío le dice una famosa frase a Peter Parker: “Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Esto quiere decir que si se aprueba el proyecto de ley, el BCRA tendrá mayor poder y, por lo tanto, más responsabilidades.
La conducta del BCRA será la que nos genere la confianza en nuestra moneda. Si tiene éxito o si fracasa, este momento será recordado probablemente como El Mercedazo.
Fuente: El Cronista

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Nuevo Finanza