domingo, 16 de octubre de 2011

Y China?

Últimamente, distintos indicadores macroeconómicos de China como los de producción, ventas, crédito, exportación e inversión, entre otros, muestran una clara desaceleración de sus niveles de actividad; pudiendo estimarse para el 2011 un crecimiento de su PBI del orden del 9,5%, frente a uno del 10,3% el año pasado.
Ante esta situación, en general, el mercado ha reaccionado negativamente con el argumento de que menores niveles de crecimiento del gigante asiático afectarán la expansión mundial. Como consecuencia, se han producido volatilidades negativas en los mercados financieros globales.
Analizando en detalle el escenario actual, se puede discernir la validez del razonamiento anterior:
  • Es correcto que una desaceleración de la economía china impactará negativamente en el PBI mundial; pero un "soft landing" de un 9,5% de crecimiento, frente a uno anterior del 10,3%, es absolutamente marginal.
  • Más aún: dicha desaceleración se debe a una expresa política de "enfriamiento" por parte de las autoridades chinas, las cuales-en razón de enfrentar una inflación creciente, actualmente del orden del 6% (muy por encima de su target del 4%)- están tomado medidas contractivas tales como: suba de las tasas de interés y de los encajes bancarios, restricción del crédito, aumento de impuestos y disminución de la inversión publica, entre otras.
  • Caso contrario, es decir si dichas autoridades continuaran con los "estímulos" implementados en el negativo ciclo 2008/2009, la economía se seguiría recalentando y, consecuentemente, la inflación se "espiralizaría"; provocando en el mediano plazo una fuerte recesión no manejada desde el gobierno sino impuesta por el mercado (hard landing). A este respecto, sería conveniente que en nuestro país se tomara debida nota de esta posición.
La conclusión es clara. El actual proceso de "soft landing" de China es adecuado y, además, sólo afectará marginalmente el crecimiento del PBI mundial.
Si el gobierno del gigante asiático no estuviera siguiendo la actual estrategia de ajuste (con perdón de la palabra) , es claro que -en el mediano plazo- la inflación creciente llevaría a una fuerte caída en los niveles de actividad.

A este respecto, y solo a modo ejemplo, imaginemos un "hard landing" con un crecimiento de sólo el 3%: ahí si que el impacto sobre la economía mundial no sería marginal y los mercados globales sufrirían un evidente impacto negativo.

Si se comparte este razonamiento, se llegará a la conclusión que la actual y gradual desaceleración de la economía China es positiva para el equilibrio de mediano plazo y, por lo tanto, no debiera estar afectando negativamente a los mercados financieros.

Claro está que en general, lamentablemente, los inversores se manejan más por interpretaciones de corto plazo que por expectativas futuras.

Luis Palma Cané
Especial para iProfesional.com
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