miércoles, 28 de marzo de 2012

Fomentar el crédito


miércoles, 28 de marzo de 2012
El Banco Central comenzará una ronda de presentación del nuevo régimen de encajes, el dinero de los depósitos que las entidades deben inmovilizar. La meta es alentar préstamos al sector productivo.
Los bancos ya fueron informados: la primera medida que aplicará el Banco Central luego de que se promulgue y se reglamente la reforma de su Carta Orgánica será determinar encajes diferenciados en favor del crédito productivo. En las próximas horas, la titular del organismo, Mercedes Marcó del Pont, se reunirá con representantes de las distintas asociaciones de bancos para establecer un esquema de trabajo y comunicar la iniciativa a implementar. Ya hubo contactos preliminares para dialogar sobre el primer cambio en el sistema. El nuevo esquema irá de la mano con la obligatoriedad de que los encajes –parte de los depósitos inmovilizados en los bancos– deberán estar colocados en una cuenta corriente del Central. Esto implica que no podrán mantenerse como encajes los flujos de dinero en sucursales, transportadoras de caudales o cajeros de las entidades.
“Tuvimos un contacto informal con la gente del Central en la que nos comunicaron que ya está listo para aplicar el esquema de encajes diferenciados”, señaló a este diario el titular de un banco perteneciente a Abappra, nucleamiento de entidades públicas y cooperativas. El encaje es una porción de dinero que los bancos deben mantener inmovilizado en su caja o en el BC para atender a la demanda de efectivo por parte de los depositantes. Es decir, es el porcentaje de los depósitos que no se presta. El artículo 28 de la Carta Orgánica, aprobada la semana pasada, elimina la posibilidad de integrar los encajes con el efectivo retenido en la propia entidad, por lo que deberán ser depositados en una cuenta corriente del Central.
“A los bancos, en determinadas etapas, se los habilitaba a imputar como encaje el efectivo que tenían en las transportadoras de caudales, en los tesoros y en los cajeros automáticos. Estamos haciendo una distinción que es fundamental desde dos puntos de vista. Desde el marco prudencial, para saber qué es encaje, y para garantizar la operación de los bancos”, explicó Marcó del Pont. La funcionaria señaló que esta decisión se da en un contexto de “enorme liquidez” del sistema. Según el último Informe sobre bancos, en enero el porcentaje de liquidez por sobre la cartera del sistema fue del 26,2 por ciento. Este porcentaje suele ser elevado en momentos de crisis –debido a que los bancos suelen prestar menos–, pero no se condice con la realidad actual del sistema.
La crítica que esbozan desde el Central es que, si bien el aumento en el nivel de créditos totales es importante, todavía es reducida la participación de los préstamos de largo plazo, ya sea productivo como hipotecario. En los últimos años los bancos vienen contabilizando una rentabilidad record, vinculada con los negocios transaccionales y menos con la intermediación financiera. El año pasado el sistema ganó 14.720 millones de pesos. Por colocación en títulos públicos, principalmente en Lebac y Nobac, las entidades obtuvieron un beneficio de 14.220 millones de pesos. La obligatoriedad de mantener los encajes en el Central reducirá el incentivo para una política tan conservadora.
Por su parte, el encaje diferenciado busca darle más impulso al crédito de largo plazo, en particular al destinado a expandir la capacidad productiva de las empresas. La idea es que aquellos bancos que vuelquen sus recursos a financiar consumo tendrán que mantener obligatoriamente más fondos inmovilizados sobre el total de sus depósitos. En contraposición, los que presten mayor proporción a las empresas, sobre todo a pymes, dispondrán de una masa más importante de recursos disponibles.
Fuente: Página/12 

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