martes, 1 de noviembre de 2011

Dolar barato?


Tomas Bulat


El gobierno ha ido tomando todas las medidas esperables ante la demanda de dólares de una parte de los argentinos. La idea fundamental es limitar de la mayor forma posible la compra de dólares, un activo que los argentinos descubrieron hace un tiempo, que el gobierno lo valora mucho y que, sin embargo, lo vende barato.

Me controlás

Para frenar un poco las ventas, que se reflejan en la sistemática caída de reservas, salen todas las medidas que nos controlan. Que si vas a comprar más de 250.000 dólares en un año tenés que demostrarlo, por lo que las operaciones inmobiliarias ahora suman una traba más, complicando las compras y ventas de propiedades mayores a ese monto, que no son pocas.
Pero también si soy un pequeño ahorrista que quiere comprar 300 o 500 dólares tengo que ir con mi recibo de sueldo o con el comprobante de extracción bancaria que muestre que los pesos salieron de una cuenta a mi nombre. Pero de todas maneras voy a tener que pasar por el visto bueno de la AFIP. Persona por persona nos va a decir si estamos habilitados o somos inconsistentes. Ante la duda, inconsistencia y no podemos comprar. Veremos cómo se efectúan los reclamos y descargos, ya que los que compren dólares, en principio, son dudosos hasta que demuestren lo contrario.
La obligación de repatriar los activos externos de las compañías de seguro, por otro lado, afectan principalmente a aquellas especializadas en retiro y vida y no queda claro como lo harán, porque muchos profesionales de clase media destinaban parte de sus ahorros para su jubilación pensando que la que reciba del Anses no va a servir de mucho en algunos años.
Es decir que los controles lograrán ir frenando en el corto plazo la compra de dólares, pero en cuanto se sepa la lógica de cómo funciona, se le encuentren las fallas, se vea las consecuencias sectoriales en la economía, volverá a tomar su ritmo, pero ahora estirado en el tiempo.

¿Te controlás?

En el medio de estas medidas, se conocen los datos de superávit fiscal en septiembre, un 88% menor al de septiembre de 2010 y eso incluye la “ayuda” del Central. La base monetaria crece en un 40% en el último año (equivalente a la módica suma de 55.000 millones de pesos), sumados a un crecimiento del 52% de los créditos al sector privado (equivalente a $ 100.000 millones más)
A esto hay que sumarle la inyección adicional al sistema financiero de 11.000 millones de pesos Letes desde julio.
Esto quiere decir que se inyectaron $ 155.000 millones en solo un año que se destinaron en su gran mayoría al consumo, los famosos LCD y el financiamiento de empresas.
Es de esperar que ahora que nos controlan, el gobierno se controle. Que baje la tasa de emisión monetaria, que baje la tasa de crecimiento del gasto fiscal, que no siga agrandando el déficit comercial energético y, finalmente, que volvamos a ganar competitividad con el tipo de cambio.

Lo que viene

Seguramente vendrán otras medidas. El nivel de rumores presenta una amplia gama. Si esta medida no termina de contener la sangría de las reservas, que es el indicador que tiene como objetivo la política económica, vendrán otras que seguramente tratarán de detener aun más la compra de dólares.
Las medidas que vendrán serán evaluadas no tanto por el impacto económico sino por el político. Esto se ve claramente leyendo varios de los diarios durante el fin de semana, desde oficialistas hasta opositores. Es interesante cómo hacen una lectura ideológica de la compra de dólares en la que ambos coinciden que pareciera haber votantes (resentidos o con incertidumbre) que compran dólares para desestabilizar el gobierno de Cristina.
La compra de dólares tiene razones más sencillas (está barato y hay muchos pesos para comprarlo) y lamento informarles que la experiencia argentina en relación al dólar es bastante previa a este o al anterior gobierno, sean de derecha o de izquierda. El dólar desestabilizó a la dictadura militar y también a Domingo Cavallo o Fernando De la Rúa, gobiernos que están lejos de ser “progresistas”.
La demanda de dólares tiene como origen los desequilibrios macroeconómicos, sean de derecha o de izquierda. En algún momento hay que controlarse, para que las medidas que buscan controlar a los otros tengan el efecto deseado. Vale la pena recordar que se puede controlar a poca gente durante mucho tiempo, o a mucha gente por poco tiempo, pero nunca a mucha gente durante mucho tiempo.

Tomás Bulat Economista- Periodista para el Cronista Comercial

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