El 5 de octubre se conoció la noticia que los fanáticos de la tecnología en general y de Apple, en particular, nunca querrían haber escuchado: falleció Steve Jobs.
Después de una larga lucha contra un cáncer, que lo tuvo a maltraer en los últimos años de su vida, el mundo tecnológico despedía a su padre de la era moderna.
Si bien muchos continúan lamentando su pérdida, la biografía publicada por Walter Isaacson permite atenuar el dolor al tiempo que promete ser una de los libros más vendidos del año ya que devela muchos secretos de Steve, no sólo de su vida personal, sino también de sus planes futuros para continuar innovando en el mundo tecnológico.
Algunas apreciaciones ya se han filtrado en la prensa, como por ejemplo que Steve Jobs priorizó en el tratamiento de su enfermedad medicinas relacionadas con dietas, acupuntura y remedios a base de hierbas en vez de tomar el camino de la medicina tradicional y someterse a una cirugía que seguramente le podría haber estirado su expectativa de vida por muchos años más.
Asimismo, se confirma que desde el momento en que fue diagnosticado con cáncer de páncreas en octubre de 2003 hasta su primera intervención quirúrgica en Julio de 2004, el fundador de Apple mantuvo en secreto su enfermedad y no lo comunicó ni al Directorio, ni a empleados ni a accionistas de la compañía.
En este sentido, la biografía señala que cuando finalmente Steve Jobs se inclinó por tratar su enfermedad a través de la medicina tradicional, él se convirtió un estudioso en el tema, indagando todas las cuestiones de manera meticulosa y definiendo, en primera persona, cuál era el tratamiento que se iba a seguir en cada etapa del cuidado de su salud.
Paralelamente la biografía nos acerca cuestiones vinculadas con uno de sus hobbies: la náutica. En este sentido, el libro señala que Steve Jobs se encontraba trabajando en el diseño de un yate de lujo desde el año 2009 cuya producción estaba encargada al astillero holandés Feadship.
A nivel profesional Steve Jobs no se había conformado con sus éxitos ni mucho menos. Así como había revolucionado el mundo de la telefonía y la computación, el CEO de Apple buscaba fervorosamente modificar los parámetros de relación “normales” de los televidentes con sus respectivos televisores.
Steve buscaba aplicar el “reconocimiento de voz” que tenían los dispositivos IPhone a la televisión. La idea de agregar una nueva unidad de negocios a la compañía a través de la revolución de Apple TV permitiría generar una sustentable ola de ganancias corporativas para poder continuar con su posicionamiento de liderazgo en los mercados tecnológicos.
El gran interrogante para el futuro es si el actual CEO de Apple, Tim Cook, podrá plasmar en la realidad las ideas y proyectos que tenía pensado desarrollador Steve Jobs para la compañía.
En principio, Tim Cook ya enfrenta grandes desafíos en la actualidad a partir de que Samsung desplazó a Apple del podio como principal vendedor de smartphones en el mundo.
Apple quiere seguir liderando, ¿podrá mantener su hegemonía? Es una tarea muy complicada, sobre todo si se considera que ya no cuenta con el “gran” Steve.
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